sábado, 6 de agosto de 2011

Ultimos días en mundo occidental


Dejamos Luxemburgo el día 1 del mes de agosto. Con el auto seguimos rumbo Brujas, haciendo paradas intermedias de una o dos horas en Bruselas y Gent. Lamentablemente, si bien cruzamos la ciudad con el auto, de  Bruselas sólo alcanzamos a ver la plaza principal, pero bastó para pensar en volver con más tiempo en algún momento. Con respecto a Gent, puedo decir que este lugar a 25 minutos de Brujas, vale tanto la pena como ella. Yo digo que vale mucho la pena ver ambas ciudades. Tienen una arquitectura tan particular, totalmente distinta a Francia, con fachadas a dos aguas como escalonadas y ríos que las atraviesan formando canales que son el condimento perfecto. Las casitas una al lado de la otra datan de los siglos XVI y XVII. Con sus balcones repletoss de flores de colores, se reflejan en los mencionados canales y dan lugar al paraíso de los fotógrafos.
El 2 de agosto llegamos finalmente a Berlín, y acá me voy a detener para contar de qué se trata esta ciudad tan particular. Berlín es un lugar en el que se respira historia, en donde los acontecimiento del pasado aún deambulan por las calles y le recuerdan a uno lo afortunado de vivir en libertad.
Con respecto a la parte histórica, hay varios puntos de la ciudad que conmemoran lo que fue el muro de Berlín. que no sólo dividió a la capital alemana en dos, sino taambién al mundo en general. En estos tres puntos, el muro aún está de pie por unos 200 metros y el sólo hecho de verlo ahí, como monumento, pero ahí de todas maneras, da la idea de lo escalofriante que debe haber sido tener una pared de tres metros en el medio mismo de la ciudad. Tener una pared que no te permita ver a la gente que querés del otro lado, que tape la mitad de todo, que muestre el cielo en dos mitades.
Berlín no es una ciudad como el resto de las europeas, no tiene viejos edificios o iglesias, cabe recordar que fue destruída en un 80 por ciento en la segunda guerra; asique todo lo que se ve hoy fue edificado principalmente en los años 60 con el milagro alemán. Teniendo esto en cuenta, se podría decir que no es linda estéticamente, sin embargo, lo que más atrae de Berlín es su espíritu. Se respira cultura, cultura clásica, cultura urbana, cultura de todo tipo. La ciudad habla, los jóvenes van y vienen en sus mundos alocados, los grafitis inundan todo, las paredes, el muro, los edificios, todo es expresión. Entramos a un edificio tomado por artistas que además de tener todos sus pisos y escalera totalmente grafiteados, tiene los ateliers de los disitintos pintores con ellos pintando ahí para poder visitarlos y comprarles obras originales o copias. En Berlín me sentí uno más, me sentí cómodo, me sentí con ganas de caminar de acá para allá, con ganas de pasar por sus cientos de bares, de antros, de ver a la gente hacer su día a día, de sentarse simplemente a tomar una cerveza. Es una ciudad mucho más barata que el resto en europa, es más como un pueblo con nombre de ciudad, lleno de espacios verdes, de lugares para sentarse y hacer picnic y de nuevo tomar una cerveza. La capital alemana es sin duda un lugar para pasar bastante tiempo.
El museo de bellas artes no fue la excepción al idioma de cultural de la ciudad, con obras de Rubens, Rembrandt, Caravaggio, Boticelli, Gioto, Raffael, el Tintoretto, Tiziano y muchos más. Y no hablo de algunas obras, hablo de muchísimas obras de todos ellos, ahí expuestas como si nada.





Y finalmente, después de tres días de la hermosa Berlín, llegué a Moscú, actual capital Rusa y punto de partida del Transiberiano que me llevará en un viaje de 6 días hata Beijing, la capital de la República Popular China.
Con mi llegada a Moscú, digo que empieza la cuarta y última gran etapa de mi viaje, el mundo de occidente y los idiomas conocidos quedan atrás, acá es otra historia, acá es otro mundo, un mundo desconocido, al menos para mi. Me cosidero afortunado de haber venido a Moscú justo después de haber visitado la capital Alemana, es una fuerma forma de andar los pasos del mundo de la post guerra y ver desde el extremo más occidental de la antigua Unión Soviética, hasta su capital, y centro de operaciones de todo lo que sucedía.
Tengo dos días para recorrerla, el 9 de agosto, parte el tren.

1 comentario:

  1. hola Loco! Muy buenas tus descripciones, es como estar viajando con vos. Por fin vas a tomar el famoso tren,, vas a tener tiempo de hasta elaborar el guion de alguna pelìcula. Un beso enorme, y mucha suerte!!!!

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